El comité de innovación del Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias (CIBICAN), en el cual participa de forma notable la Universidad de La Laguna, se reúnde desde hoy, 6 de junio, y hasta mañana, en el Hotel Mencey para marcar las líneas estratégicas de futuro en el ámbito de la innovación de esta institución científica.

Las principales tareas de este equipo de expertos en los próximos días serán el diseño e implementación de un plan estratégico para la innovación, abordar cómo se afrontarán los derechos de propiedad intelectual y patentes, el fomento de la cultura científica y de innovación y el diseño de las líneas internas de cooperación entre CIBICAN y la propia ULL.

Los catorce miembros del comité evaluarán la capacidad del centro de investigación y las estructuras de transferencia tecnológica de la universidad para la innovación y la gestión de patentes. También analizarán el potencial científico del centro en relación a otros institutos similares de diferentes países.

En el desarrollo de las jornadas de trabajo se diseñarán campañas de formación orientada al personal científico para sensibilizar sobre la importancia de tener una actitud innovadora y mostrar que la protección intelectual de sus descubrimientos es una vía alternativa de financiación que, en este contexto económico, puede ser fundamental para el futuro de la investigación de calidad.

Para el profesor Rafael Alonso Solís, coordinador del encuentro, “estas reuniones servirán para marcar el rumbo del centro de investigación, aprovechar sus fortalezas y minimizar las debilidades”. También hizo hincapié en el alto nivel de los asistentes, puesto que el comité de innovación esta compuesto por un grupo internacional de expertos en transferencia de tecnología y propiedad intelectual, con una reconocida trayectoria en grandes empresas, centros de investigación y administraciones públicas.

La puesta en marcha de CIBICAN permitirá investigaciones vinculadas a tres grandes programas: las enfermedades del sistema nervioso; las enfermedades crónicas, tropicales e infecciosas relacionadas con el envejecimiento y con afectación de la calidad de vida; y las enfermedades de base genética y raras. A ellos se unen otros dos transversales: las implicaciones sociales de los problemas de salud; y la química medicinal e innovación orientadas a la transferencia del conocimiento biomédico hacia el entorno sanitario y la industria farmacéutica.