¿Cambios en el IAC? o como el humo político empaña la ciencia

Instituto de Astrofisica de Canarias

El Observatorio del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias / Enrique E. Domínguez

Se avecinan importantes cambios en la que es, a día de hoy, la mayor institución científica del Archipiélago: el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). En breve, tendrá un nuevo director que sustituirá a su creador Francisco Sánchez; además deberá adaptarse a la nueva Ley de la Ciencia y a reformas internas relacionadas con estos cambios. La semana pasada, el Gobierno nacional anunció un plan de eficiencia de la administración pública en función del informe de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA) donde se incluía la opción de fusionar algunos centros, hacer desaparecer otros y acudir a gestiones conjuntas en otros casos. En esa lista se encuentra nuestra joya de la corona científica: el IAC.

¿Qué significa realmente esta mención? Pues a día de hoy nada más que el humo que han levantado algunos portavoces políticos al respecto pues en el informe solo aparece el IAC como una de las entidades que “integran sus servicios comunes”. Algo muy inconcreto y poco ejecutable precisamente por la naturaleza administrativa del propio IAC pues se trata de uno de los pocos institutos de investigación creado por un consorcio Gobierno de Canarias – Gobierno del Estado (entre otros organismos como el CSIC y la ULL). Esta circunstancia hace que el Estado jamás pueda tomar una decisión administrativa de forma unilateral sin consensuar la misma con el Gobierno de Canarias. Y no lo puede hacer por ley. Así de simple.

Pese a conocer esto, y quizá como medida preventiva, el , “para garantizar la esencia consorcial del Instituto Astrofísica de Canarias (IAC), respetando su carácter diferenciado que le ha permitido alcanzar un altísimo y ejemplar valor científico mundial. El grupo nacionalista instará a los gobiernos de España y Canarias a mantener la actual situación y evitar decisiones administrativas tendentes a fusiones o integraciones con otras entidades, lo que desvirtuaría su esencia que es la explotación científica, tecnológica, y educativa de los Observatorios de Canarias, que se asientan sobre terrenos de las Administraciones canarias cedidos en consonancia con la naturaleza consorcial del IAC”.

¿Fusiones? ¿Integraciones? De momento, no está en la mesa de trabajo ni en el documento de la CORA estas opciones. Lo dejan claro tanto los portavoces del Ministerio de Ciencia e Innovación como el propio director de la director de la Agencia Canaria de Investigación, Ciencia y Sociedad de la Información (Aciisi), Juan Ruiz Alzola, quien explica que “hemos hablado con la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, quien nos ha comunicado oficialmente que no hay ningún plan específico aún para el IAC”.

El temor del grupo nacionalista en el Cabildo de Tenerife no es gratuito. Es cierto que en otras ocasiones, el Estado ha lanzado el globo sonda de que el IAC pudiera fusionarse con otros organismos de investigación como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), algo que jamás ha pasado de ser una idea ministerial apoyada por lobbies científicos con el objetivo de tener un control más cercano de este centro. Sin embargo, en este momento el IAC solo se nombra en este documento como opción a compartir algunos procedimientos.

¿Sería esto bueno para el IAC? Alzola responde: “Depende. Si nos dicen, por ejemplo, de acudir a una central de compra para ciertos asuntos pues puede que se pierda la autonomía y suponga más burocracia. Si el IAC es un organismo que funciona bien, no tiene sentido cambiarlo”.
La polémica se abrió no solo por la opinión del grupo de gobierno en el Cabildo sino por la respuesta del senador del Partido Popular (PP) por Tenerife y portavoz de la Comisión de Ciencia e Innovación de la Cámara alta, , quien afirmó que “la continuidad del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) está garantizada” y que “lamentamos una vez más que ciertos dirigentes de CC quieran confundir a los ciudadanos ocultando la información que no les interesa de forma mezquina”.

Lo incomprensible es que el IAC figure en un plan que el Gobierno de Canarias desconoce. Una vez más, la confusión y el humo llegan a la política científica. ¿Para qué?

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