¿Quieres ser gente Mirlo? Es una pregunta que conlleva mucho más que un sí o un no. Conlleva suscribirse a una nueva forma de gestionar el medio ambiente y llevar a cabo proyectos colectivos de innovación y trabajo en Canarias. Mirlo lo forma un equipo multidisciplinar de profesionales en torno a esta rama.

Yeray Martínez -consultor forestal con diez años de experiencia en proyectos de restauración- es el embajador perfecto de esta iniciativa y explica que “el concepto fundamental es que la gente pueda dejar una huella positiva en su vida” y no solo su contribución a la deforestación, al cambio climático o a todos los procesos asociados a nuestra presencia masiva en el Planeta y a la industrialización.

“Todos los profesionales que trabajamos en la rama de medio ambiente somos conscientes de que todos los indicadores internacionales nos señalan que vamos al camino del colapso. Ya casi nadie discute que el clima está cambiando y que hay ya bosques secándose”, explica Martínez y señala un aspecto fundamental de todo ello: el económico.

“Ya hay muchas grandes empresas que empiezan a darse cuenta que los cambios en el medio ambiente van a hacer insostenible su modelo de negocio. De hecho, recientemente varias multinacionales instaron al presidente de Estados Unidos Barack Obama a que se interese por este factor porque en 30 años las consecuencias económicas podrían acabar con sus empresas”.
Mundo mejor

Ante esta realidad global, el equipo Mirlo se planteó en una solución que contribuyera a “crear herramientas para que las personas de podamos cambiar esta situación. No solo es pensar de qué manera vivir sin impactar tanto sino también cómo generar un mundo mejor”.

Lo del Mirlo viene como homenaje a este ave (el mirlo capiblanco) que viene todos los años a Canarias y que una alumna de la Universidad de La Laguna (ULL), Beatriz Rumeu, descubrió que era esencial para la pervivencia del cedro en Canarias.

Yeray Martínez explica que el asunto surgió cuando “al hacer su tesis doctoral sobre las poblaciones de cedro en el Teide, descubrió que el mirlo es esencial . Cada año vienen 50 individuos, se alimentan de estas semillas y tras su digestión dispersan la misma. De forma que se convierte en el principal factor de recuperación de la misma”.

Yeray Martínez insiste en que esta historia les inspiró y surgió la idea de “hazte mirlo para que tu paso por el planeta deje una huella positiva”.

El objetivo de esta empresa es trabajar y vender el proyecto a través de crowdfunding tanto dentro como fuera de Canarias.

Para dejar esa huella positiva se plantean tres posibilidades: la primera de ellas es comprar huella positiva. Es decir compensar las emisiones de CO2 con una aportación económica a Mirlo de manera que luego se emplee este dinero en proyectos medioambientales.

Otro modelo es acceder a los llamados paquetes de huella positiva que consiste en sumar a esta aportación económica una actividad medioambiental como, por ejemplo, recibir un tarro de miel, realizar un recorrido experiencial con la Asociación Pinolere o visitar los museos de la miel y el vino. Todo como un paquete premiun, de forma que la persona no solo aporta dinero en huella positiva sino que, por algo más, tiene una experiencia de contacto con opciones muy sostenibles. “Algo muy interesante para nuestros visitantes y turistas”, remarca el portavoz de Mirlo.

Además de estas opciones también está la posibilidad de traer a la organización algún proyecto medioambiental que, una vez evaluado, se pueda ofrecer como iniciativa comunitaria, buscar la financiación adecuada y ponerla en práctica.

Por experiencia, los profesionales de Mirlo saben perfectamente que los proyectos ambientales tienen unos costes muy altos y que en estos momentos de crisis, muchas acciones se han visto y se verán paralizadas por los recortes institucionales.

Por ello, los proyectos que gestionen Mirlo se pueden convertir en una alternativa privada al tiempo que comunitaria para que no se queden sin concluir.

Corona forestal
Tal es el caso de la repoblación de la corona forestal que se estaba ejecutando en los altos de La Orotava y que el Cabildo de Tenerife ha tenido que ralentizar debido al problema económico. “Hemos firmado con ellos un acuerdo que nosotros nos encargaríamos de la repoblación y que ellos del mantenimiento de ese bosque por 180 años”, explica Yeray Martínez.

En pocos meses, ya han empezado a obtener dinero de personas que quieren contribuir con su huella positiva y ya han establecido acuerdos con algunos hoteles como el Tigaiga que siempre ha tenido una conciencia verde muy intensa.

Con el proyecto de la corona forestal se pueden recuperar 90.000 hectáreas de bosque, con lo que se crearía el doble de lo que existe en la actualidad. “Se trata de árboles de una especie no autóctona y que los han tirado el viento que se recuperará con pino canario y otras especies como falla, aceviño o cedros. Los árboles saldrán del vivero de Aguamansa del Cabildo de Tenerife y pretendemos empezar a trabajar en octubre y culminar en diciembre”, explica Martínez.

Comunidad
Ser mirlo no significa solo contribuir de manera directa en los proyectos sino, también, n colaborar con la difusión del proyecto a través de su web y sus redes sociales como las páginas de .

“Necesitamos ser un montón de gente”, explican porque quieren que el mensaje se difunda y participar en todo aquello que utilice preceptos similares a los de ellos como, por ejemplo, la economía del bien común ya que son de las pocas empresas que llevan a cabo este tipo de organización.
Después de todas estas líneas, ¿ya te sientes mirlo?